¡Hola de nuevo viajeros/as!
Ya estamos de vuelta después de unos mesecitos de largo trabajo y disfrutando un poco de las vacaciones.
Este verano, tras muchos destinos en mente y tras leer, leer y releer todas las restricciones y requisitos que exigían los diferentes países, decidimos visitar a nuestro país vecino: Portugal. Realmente es un país que teníamos mucha ganas de conocer y, sin saber por qué, no nos habíamos parado a pensar en que podría ser nuestro destino de vacaciones, pero finalmente, lo fue.
Si esto fuera poco, tuvimos la suerte de que nos hiciera un tiempo muy bueno, a veces demasiado calor, y hemos disfrutado al máximo de su gente, cultura, gastronomía… vamos, ¡que lo hemos disfrutado a tope!
La verdad que Portugal es un país que a simple vista puede no causar especial cosquilleo para ser visitada y conocida, aún así en nuestro viaje hemos visitado la capital de Portugal, esto es, Lisboa y cómo no podría ser sus ciudades más importantes: Sintra, Cascais y Estoril (los itinerarios de estas bellas ciudades los encontraréis en otros blogs). Sinceramente, nos ha quedado la espinita de ir a Oporto, pero ya tendremos tiempo para ir y crear otro blog, ¿verdad?.
Antes de empezar, comentar que nosotros hemos dividido los días en base a los sitios que íbamos a visitar y lo que hay qué ver en cada lugar, por lo que la organización fue: en Lisboa estuvimos 4-5 días, en Sintra 2 días y un día tanto en Estoril como en Cascais. No obstante, podéis amoldarlo al tiempo que tengáis y a lo que queráis ver. Cierto es que para Lsiboa la decisión que tomamos fue hacer cada día un barrio de Lisboa, y así poder ver tranquilamente lo que cada uno de ellos puede ofrecerte, ¿qué os parece nuestra idea?
Bueno, dejémonos de tantas palabras y pasemos a lo que realmente importa: el blog sobre Lisboa en 4-5 días… ¿os animáis a leerlo?
LISBOA EN 4-5 DÍAS
DÍA 1: Vuelo llegada a Lisboa, hotel y visita alrededores
DÍA 2: Free Tour, Avenida de la Libertad, la Baixa, el Barrio Alto y Chiado
DÍA 3: Barrio de Belem y alrededores(I)
DÍA 4: Barrio de Belem y alrededores(II)
Y después de este mini resumen… ¡Empecemos con nuestro planning para visitar Lisboa en cuatro o cinco días!
Antes de empezar con lo importante, lo mejor sería ubicarnos en espacio y saber qué nos ofrece esta gran ciudad como es Lisboa, ¿no?
Como en todas las ciudad, Lisboa está dividida en varios barrios claramente diferenciados. Para conocer la ciudad es necesario dedicar un poco de tiempo a cada uno de ellos:
- La Baixa: es el barrio más céntrico e importante de Lisboa. Fue reconstruido tras el terremoto del siglo XVIII por el Marqués de Pombal, con un estilo clásico y calles geométricas, en él abundan las fachadas cubiertas de azulejos tan típicas de Lisboa. Es el barrio más comercial y durante el día está muy animado. En este barrio se encuentran las plazas y calles más emblemáticas.
- El Chiado y Barrio Alto: representan la Lisboa más bohemia y alternativa. Algunos definen El Chiado como el Montmartre de Lisboa. fue totalmente reconstruido tras el incendio de 1988 y en él destacan las calles do Carmo, con las ruinas de la iglesia del mismo nombre, y la de Garret. El Barrio Alto representa la Lisboa alternativa y es probablemente el mejor lugar de la ciudad para escuchar fados. Por sus calles abundan los graffitis y la ropa tendida.
- Alfama: es uno de los barrios más tradicionales y más antiguos de Lisboa. Sus calles estrechas fueron residencia de pescadores durante muchos años. es un barrio peculiar, recordando un pueblo o aldea en la cual las personas se conocen y se saludan diariamente. El barrio es frecuentado por innumerables turistas portugueses y extranjeros, siendo considerado Alfama como el barrio más seguro de toda Lisboa.
- Belém: ahí se encuentran algunos de los monumentos más importantes de Lisboa, como el Monasterio de los Jerónimos y la Torre de Belém, y su visita resulta imprescindible. Lejos del centro pero muy bien comunicado, río abajo donde el Tajo se funde con el mar, se encuentra el barrio de Belém. Barrio de donde partieron los exploradores portugueses que tanta gloria dieron a Portugal, conquistando gran parte del mundo.
A continuación os dejamos un pequeño mapa de los barrios que forman Lisboa, dándole a esta ciudad esas diferencias que la hacen única:
Mi pareja y yo tuvimos la suerte de poder coger vuelos con Vueling a un buen precio, aún siendo agosto y la verdad es que fue una gozada. Lo único que nos llevó por el camino de la amargura es la cantidad de documentación que nos exigen para entrar en el país debido a la pandemia, pero la verdad es que tanto en el aeropuerto de origen, en nuestro caso Bilbao, como a la vuelta en el aeropuerto de Lisboa, la aerolínea nos ayudó mucho y la página web de ésta también; no obstante, aquí os dejo el link de Vueling dónde podéis mirar las restricciones y los documentos que exige cada país a día de hoy.
Aparte de todo esto y viendo cómo estaba el asunto por la Covid19, decidimos contratar un seguro de viaje por medio de IATI Seguros solo por prevención tanto por la pandemia como por si nos ocurría algo. Si queréis viajar seguros y tranquilos, esta página web ofrece muchos tipos de seguros en base a las necesidades que tengáis.
Tras mucha espera y un viaje relativamente corto, por fin llegamos a Lisboa. El aeropuerto se encuentra a unos pocos kilómetros de la ciudad, pero se llega muy fácilmente. Para ello, sólo debéis seguir las indicaciones de salida que tiene el aeropuerto y buscar la marquesina de autobuses. En nuestro caso, como nos alojábamos en la Plaza de los Restauradores, nos convenía coger el autobus número 744 (pasa cada 20 minutos y el importe de cada billete es de, aproximadamente, 3€) que sale desde la Avenida Berlim. El itinerario son unos 30 km y no hay perdida, porque habría que bajarse en la parada Restauradores. Desde ese punto, sólo cabría andar unos 5 minutos hasta el hotel que habíamos reservado por medio de Logitravel. El hotel Residencial Florescente estaba muy bien ubicado, era muy acogedor y, además, estaba recién reformado. Tras hacer el check-in y una buena ducha, decidimos hacer una vuelta de reconocimiento por el barrio y, de la misma, ver si encontrábamos un sitio donde comernos un pastel de nata, ¿quién se puede resistir?
Para ser el primer día en Lisboa y teniendo en cuenta que llegamos sobre las 17h de allí, vimos la Estación de Rossio o estación central, Plaza de Figueira, Elevador/Mirador de Santa Justa (actualmente fuera de servicio), Plaza de Don Pedro IV o Plaza Rossio y la Rua da Augusta que nos llevó directamente hasta la Plaza del Comercio. La primera impresión nos dejó atónitos porque la propia ciudad tiene muchos ambientes distintos y a cúal más interesante, por lo que no dudéis en callejear y en “perderos” un poco, porque se pueden encontrar sitios increíbles en esta ciudad.
Bueno, para ser el primer día creo que está completo y nos merecemos una buena cena y descansar para reponer fuerzas para el siguiente día, así que… ¡hasta mañana!
Día 2: Free Tour, Avenida de la Libertad, la Baixa, el Barrio Alto y Chiado
Empezamos el día con un buen desayuno y nos ponemos en marcha para poder disfrutar de esta bella ciudad. ¿Sabiaís que Lisboa es conocida como la ciudad de las 7 colinas? La razón principal es porque la ciudad está asentada en 7 colinas que son: São Jorge, São Vicente, São Roque, Santo André, Santa Catarina, Chagas y Santa Ana. Asimismo, ¿os podéis imaginar qué otra razón hay para denominarla así?; y no, no es porque sea llana, si no por todo lo contrario. Es por ello que os animamos a tomaroslo con calma y una buena botella de agua fría, sobre todo si pega el sol.
En este segundo día, como ya sabéis que somos, nos apuntamos a realizar un free tour con Civitatis y así conocer un poco más la historia de esta ciudad tan bohemia y bella. El free tour que hicimos empezaba desde la Plaza de los Restauradores, por lo que tenéis tiempo de dar una vuelta por los alrededores o simplemente, dormir un poco más; eso queda a vuestra elección, pero ya que hemos venido a conocer la ciudad… ¡A lo que íbamos! Éste tuvo una duración de unas 2h 45 minutos y la verdad que nos encantó, no solo por todos los lugares que recorrimos (Chiado, Barrio Alto, etc.), si no por el guía que hizo que el recorrido fuera súper ameno y divertido, así que no dudéis en reservar un poco de vuestro tiempo en este tipo de actividades porque son muy recomendables, porque… ¿sabiáis que Lisboa fue escenario de sucesos que marcaron al país, como el terremoto de 1755 o la Revolución de los Claveles que puso fin al Estado Novo instaurado por Salazar?
Entre andar de un lado hacia el otro y teniendo en cuenta que el recorrido del tour termina en la Plaza del Comercio sobre las 13-13:15h os recomendamos lo siguiente:
- Acercaros a una Oficina de Turismo para que os informen de todos los edificios, monumentos, museos, etc. que podéis visitar. Además, si vais a estar varios días os aconsejamos que compréis la Lisboa Card; y os preguntaréis, ¿por qué? Solo porque teneís opción de cogerla de 24h, 48h y de 72h en base a los días que estáis, el transporte es ilimitado (metro, tren, autobús, tranvía…) y por los descuentos o entrada gratuita a ciertos sitios. De todos modos, aquí os paso él link de la Oficina de turismo de Lisboa, en la que también podéis comprarla y de paso, podéis hecharle un vistazo y aclarar dudas.
- Al ser una hora bastante buena para comer, podéis acercaros al Mercado de la Ribiera en el que en el interior existe el denominado Time Out Market. Este lugar está habilitado con diferentes puestos de comida con productos típicos de Portugal y diferentes gastronomías. Realmente merece la pena ir, dar una vuelta, coger sitio (intentad ir con tiempo y paciencia) y disfrutar de la gastronomía portuguesa. Si os sirve de consejo, nosotros comimos una hamburguesa en “Ground Burger” y, aunque el precio era un poquito elevado, la carne y la hamburguesa estaban buenísimas.
De todos modos, siempre hay la opción de ir al supermercado: comer bocata y fruta. Nuestro rollo suele ser ese, aunque no está de más aprovechar sitios como este mercado; a lo que iba: si quisieráis hacer compra, a unos pocos metros (pasando el paso de peatones) dentro de la estación de Casi do Sodré, tenéis un supermercado que se llama “Pingo doce”, así que sin problema. Además, estos supermercados suelen ser los más habituales en Portugal, por lo que es fácil encontrarlos.
Vamos a por el siguiente lugar, ¿preparados/as?. Poquito a poquito y sin cansarnos demasiado, nuestro siguiente destino será el Parque de Eduardo VII. Este lugar se encuentra en la zona más alta de Lisboa, por lo que, a nuestro pesar, nos toca subir cuesta pero bueno, ¡pensad que luego hay que bajarla!. Es el mayor parque del centro de Lisboa y fue bautizado en honor al rey Eduardo VII del Reino Unido que visitó Lisboa en 1902 para reafirmar la alianza entre los dos países. El sitio merece la pena por las vistas que tiene desde todo lo alto, pudiendo ver el río Tajo y tener Lisboa a vista de águila; y también por la tranquilidad que ofrece el dar un paseo. Visto el parque y dado el paseo, solo nos queda ir bajando poco a poco la cuesta que hemos subido. A medida que vamos bajando veremos una gran estatua en el centro de una rotonda. Esta plaza es la Plaza del Marqués de Pombal y es donde comienza la Avenida de la Libertad. Debe su nombre a quién fuera gobernador de Lisboa entre los años 1750 y 1777. A lo largo de la Avenida de la Libertad pudimos ver una cantidad inmensa de tiendas de alta gama, por lo que podríamos decir que es una Gran Vía lisboeta. Si seguimos caminando, llegamos a nuestro punto de partida: Plaza de los Restauradores. Ésta fue levantada para conmemorar la Independencia de Portugal por parte del Imperio Español. En el centro se encuentra el Monumento a los Restauradores, obra de António Tomás da Fonseca. La vecina Plaza de Dom Pedro VII – conocida como la del Rossio – se encuentra presidida por el Teatro de Doña María II, ¿qué os parece? Si cuando decimos que Lisboa tiene historia en cada una de sus esquinas, plazas, callejuelas… por algo será.
Poco a poco, y sin darnos cuenta, hemos llegado a la Estación de Rossio, una de las estaciones que une Lisboa a Sintra, entre otro lugares. Sin embargo, no vamos hacer parada aquí, aunque lo que merece más la pena es la fachada que tiene, ¿qué os parece? ¿pega con los edificios de alrededor?¿ véis algo diferente en la fachada de la estación? ¡Ya nos comentaréis! Bueno, sigamos nuestro recorrido un poco más y nos encontraremos con un enorme y especial monumento de la ciudad de Lisboa; estamos hablando del: Elevador/Mirador de Santa Justa. Esta maravilla en pleno centro de Lisboa es uno de los edificios emblemáticos no solo por su tamaño, también por las vistas y la ingeniería que tiene. Desde lo más alto proporciona unas vistas preciosas de los restos del Convento del Carmo. Desde arriba puedes acceder fácilmente al Barrio Alto, una de las zonas más alternativas – y a la vez encantadoras – de Lisboa: pequeñas calles llenas de arte callejero, cafeterías y tiendas que atraen a muchos turistas.
Hablando de cafeterías que atraen, si sois cafeteros y os apetece tomar un buen café (avisamos que el precio puede doler), os super recomendamos el Café A Brasileira que está ubicado en el barrio de Chiado y os preguntaréis el por qué y la respuesta es muy sencilla: es uno de los cafés más antiguos (año 1905) y famosos de Lisboa, Portugal. Se encuentra en la rua Garrett. Si esto fuera poco, en 1997 las autoridades portuguesas decretaron A Brasileira como parte del «Patrimonio arquitectónico portugués», como un «inmueble de interés público», ¿qué os parece?. Nosotros decidimos que era una parada más que necesaria por ser un sitio tan característico de Lisboa y si lo acompañas con un pastel o algún dulce de Portugal, la experiencia es verdaderamente recomendable.
¿Agotados? Venga, que no queda nada para terminar este gran día pero antes recorramos la Rua da Augusta. Esta calle conecta directamente con la Plaza del Comercio.Esta maravillosa y enorme plaza fue el antiguo emplazamiento del Palacio Real de Lisboa (también destruido en 1755 por el terremoto) y reconvertido en plaza por el Marqués de Pombal, quien ideó y reconstruyó todo el barrio. Impresiona pasear por Rua da Augusta, traspasar el Arco da Augusta y ver cómo se amplía la ciudad hacia el río Tajo gracias a la Plaza del Comercio, ¡es una auténtica maravilla!
Día 3: Barrio de Belem y alrededores (I)
¡Bom dia! ¿Listos para lo que nos depara este día?
Como bien os dijimos al principio del blog, a la hora de ver Lisboa hemos repartido los días en base a los barrios que tiene, por lo que entre este día y mañana veremos el bonito barrio de Belem, porque acoge historia, cultura, gastronomía de esta ciudad como es Lisboa, así que preparad la mochila y a por el día.
Para poder llegar hasta el barrio de Belem, lo más recomendable es coger el transporte público y ¿qué mejor oportunidad para coger un tranvía que esta? Así pues el tranvía más común para ir a Belem es el número 15E que lo podéis coger en la Plaza de Figueira. El recorrido dura unos 40 minutos pero merece la pena ir en tranvía e ir viendo la ciudad en este maravilloso transporte y si tenéis la suerte de coger un tranvía antiguo… ¡no hay más qué decir! Nuestras paradas de destino pueden ser 2, depende de lo cerca que queráis estar de lo turísticos, pero nosotros os recomendamos que os bajéis en la parada de Belem.
Cerca de esta parada, hay un pequeño parquecito en el que, si depués queréis comer ahí un bocata o algo comprado, es un sitio ideal y además, tiene baño público gratis, algo muy poco visto en las ciudades europeas. Así pues, lo primero que veremos será el Monumento a los descubrimientos. Este monumento se construyó en 1960 para conmemorar los 500 años desde la muerte de Enrique el Navegante. Con sus impresionantes 52 metros de altura, en sus obras participaron el escultor Leopoldo de Almeida y el arquitecto José Ângelo Cottinelli Telmo, que dieron forma a este enorme monolito de piedra con forma de carabela, en el que aparecen 33 personalidades respresentativas de la Era de los Descubrimentos mirando al Tajo.La entrada tiene un coste diferente en base a lo que queráis ver:
- Entrada a la exposición + película (suele ser a las 15:30h) + subir al mirador:4,8€/ persona
- Entrada a la exposición: 2,4€/persona.
Ya sabéis que nosotros siempre os recomendamos que compréis las entradas online con el fin de evitar colas innecesarias, pero si que es cierto que el monumento no es uno de los sitios más concurrido por lo que podéis ir y comprar allí mismo las entradas. Además, si habéis comprado la Lisboa Card, obtendréis un 20% en éstas. Así pues, el horario, de marzo a octubre, es de 10 a 18:30h de la tarde.
Una vez hayáis disfrutado tanto de las vistas desde el mirador como de la exposición que alberga este monumento, el siguiente lugar que os recomendamos visitar es la Torre de Belem. Se encuentra a unos pocos metros del monumento anterior y al ser llano, el paseo se hace más ameno. En nuestro viaje tuvimos la mala suerte de que la torre estuviera cerrada por tema de obras,pero esperamos que cuando vayáis esté abierta y podéis verla por dentro. Dicha torre está declarada Patrimonio de la Humanidad y su ubicación sobre la antigua playa de Restelo, desde donde partían las carabelas en sus expediciones hacia otros continentes, no es casual. La torre data del siglo XVI cuando se construyó como fortaleza para proteger la entrada al puerto a través del Tajo (en el interior del baluarte aún podemos ver los cañones). Con el tiempo, su uso defensivo quedó relegado y se utilizó como centro reacaudador de impuestos e incluso prisión.
La Torre de Belem, aunque se halle cerrada temporalmente, es un lugar casi obligatorio. A su alrededor tiene un gran parque y al estar a orillas del Tajo, hace que sea un lugar maravilloso para ver y admirar la historia de esta ciudad. El coste de la entrada es de unos 6€/persona, pero con la Lisboa Card la entrada es gratuita; abre todos los días en horario de 10 a 19h.
Si mis cálculos no fallan y si sois madrugadores, pero no de los que ponen las calles y farolas posiblemente sean entre las 11-12h de la tarde. En esta zona lo último que os queda por ver, si es que queréis verlo, es el Monumento a los Combatientes de Ultramar. Es un monumento dedicado a los combatientes portugueses en ultramar principalmente en las colonias africanas. Si os interesa mucho el tema militar, justo al lado del monumento se encuentra ubicado el Museo a los Combatientes. El museo no es gratis ni tiene ningún tipo de descuento con la Lisboa Card, por si os interesa saberlo.
Llegado este momento, intuyo que vuestro estómago pueda estar haciendo amago de tener hambre, por lo que tenéis varias opciones en base a vuestras predilecciones:
- Podéis ir a comer al parque que os hemos dicho al principio del blog de este día, si es que tenéis bocatas o algo ya listo para comer.
- Cerca del Monasterio de los Jerónimos hay gran variedad de restaurantes en los que podéis ir y sentaros a comer.
Bueno, ¿listos para seguir viendo el barrio de Belem?. El siguiente punto de interés, aunque a simple vista lo habréis podido ver, es el Monasterio de los Jerónimos. Está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1983 y constituye unos de los principales ejemplos de la arquitectura manuelina en Portugal y un homenaje a la época dorada de los descubrimientos, pues Manuel I ordenó su construcción para conmemorar el regreso de la India de Vasco de Gama. De hecho, las obras se financiaron con los impuestos procedentes de las colonias. Aún así, el monasterio consta con 2 zonas de especial visita, como son: el Jardín de la Plaza del Imperio (justo delante del monasterio) y la Iglesia de Santa María de Belem (la entrada se ubica a la izquierda del monasterio). La entrada tanto al monasterio como a la iglesia es gratuita si tenéis la Lisboa Card; no obstante, el precio a la iglesia es gratuita, pero al monasterio y al claustro que se encuentra en su interior, el importe es de 10 €/persona y el horario es de 10 a 19h de martes a domingo.
¿Qué os ha parecido el monasterio? Realmente precioso, sobre todo el claustro que tiene. Si tenéis la suerte de ir y que os haga un día soleado, las fotos son espectaculares. Bueno, tras la visita y para conocer al 100% a este precioso barrio de Lisboa, tenéis que probar algo único y exquisito de este lugar; el gran conocido y aclamado: pastel de belem. Este dulce más que típico de la ciudad portuguesa, está hecho de hojaldre y crema. Sí sois muy golosos y si no también, os recomendamos una pastelería que se llama Pastéis de Belém (Rua de Belem, 84). Sus pasteles son 1 de los mejores de toda la ciudad y cada uno vale alrededor de 1,15€, pero siendo sinceros y directos: ¿os conformáis solo con 1? Tranquilos, porque hay packs de pasteles de belem que junto con un buen café (no es caro el café y está rico) hacen la ruta más amena y dulce.
En un principio, lo importante de este día estaría visto, aunque quedan varios sitios característicos o museos que creemos que son relevantes. En este instante os presentamos 2 planes:
- Si es muy tarde, volver a vuestro alojamiento o callejear un poco por el centro de Lisboa.
- Conocer parte del acueducto de Lisboa (si si, tiene un acueducto) y una básilica junto a un hermoso parque.
Si os animáis con el plan número 2, ¡a continuación os lo contamos!
Para este plan alternativo tras visitar Belem, lo primero que debemos hacer es coger el tranvía número 15E (parada Monasterio de los Jerónimos) y nos bajaremos en la parada de Alcántara – Avenida 24 de Julio. La suerte que tenemos es que en esa misma parada pasa el autobús 720 que nos subirá hasta la Basílica de la Estrella, que se halla en el barrio con el mismo nombre. La entrada es gratuita, pero cabe mencionar que la iglesia exteriormente es más bonita que el interior, por lo que no os asustéis. El horario para entrar va de lunes a domingo de 7:30 a 13h y de 15 a 20h. Tras visitarla podéis ir al parque que hay justo enfrente a descansar, dar una vuelta, ir al baño o tomar algo en la terraza del bar que tiene. Sin embargo, os recomendamos que vayáis a ver parte del acueducto de Lisboa primero y luego, tomar algo por el parque.
Y… ¿cómo llegamos hasta el acueducto?. Lo bueno de la ciudad de Lisboa es la gran cantidad de transporte público que tiene y los propios horarios del mismo. Es por ello que vamos a coger, justo en la salida del parque, el autobús número 713 y nos bajaremos en la parada Campolide. Desde ese punto tendremos que andar, aproximadamente, unos 10 minutos. No os esperéis un súper acueducto como el de Segovia, pero es “interesante” sabe y ver que una ciudad tiene este tipo de estructura. El pequeño consejo que os damos es que bajéis hasta abajo de la calle que os ponga google maps (Cç da Quintinha, 6) para verlo mucho mejor.
Veamos… ¿qué tal ha ido este pequeño plan alternativo?¿os ha gustado?¿ lo recomendaríais? Nosotros el acueducto lo encontramos rebuscando y mirando en google, así que no dudéis en indagar, porque hay sitios en los barrios de Lisboa que no vienen en las guías.
En un principio, la vuelta desde el acueducto ser haría cogiendo el autobús número 713 en la parada Campolide (Av. Cons. Fernando) y nos bajaremos en la misma parada que está enfrente de la basílica. Desde ahí, según dónde estéis alojados podéis coger el tranvía número 25E que pasa por la Plaza del Comercio y desde ese punto moveros hacia dónde os apetezca.
Hagamos balance del día: intuyo que estaréis un tanto agotados, pero cabe mencionar que merece la pena andar, callejear por las calles y barrios de esta hermosa ciudad y lo más importante: el uso de la Lisboa Card es casi necesario para entrar en los diferentes monumentos y para el transporte público, así que… ¡opinad y coged fuerzas que mañana habrá más y mejor, hasta mañana!
Día 4: Barrio de Belem y alrededores (II)
¡Vamos a por el día!
A primera vista pensaréis que ya habéis visto todo lo visitable en el barrio de Belem, pero cierto es que hay unos cuantos edificios de visita casi necesaria, es por ello que en este día, por tema de horarios de apertura, vamos a ver lo último que nos queda, ¿nos acompañáis?
Nuestra primera parada en el recorrido será el Palacio Nacional de Ajuda. Este palacio, construido en la primera mitad del siglo XIX en estilo neoclásico, fue elegido para residencia de la Familia Real portuguesa cuando D. Luís I (1838-1889) se convirtió en rey de Portugal y se casó con una princesa italiana, Dña. María Pia de Sabóia (1847-1911).
Para llegar hasta el palacio es recomendable coger el autobús número 760 que sale desde Martin Moniz (tiene paradas en la Plaza del Comercio, por si os viniese mejor) y el autobús os deja a espaldas del palacio (son unos 34 minutos de recorrido). Realmente merece la pena coger ese autobús, más que nada por evitaros la gran cuesta que hay desde el propio barrio de Belem hasta él mismo. El Palacio de Ajuda se encuentra abierto para todas aquellas personas que quieran visitarlo, aunque su horario puede verse variado. El horario, al menos en agosto, es de 10h a 18h de viernes a miércoles; por esa razón, nosotros decidimos reorganizar nuestro planning para poder verlo. Un pequeño consejo: id a la 10h, porque no habrá tanta gente y podréis ver el palacio tranquilamente. Además, si vais con la Lisboa Card, la entrada es gratuita, si no serían 5€/persona.
¿Qué os ha parecido el palacio? Realmente impresiona cada una de sus salas y sus “pequeños” rincones. Bueno, ahora toca lo mejor del plan: bajar la cuesta que une el barrio de Ajuda con Belem. La siguiente parada que realizamos fue el maravilloso Museo Nacional de Carruajes. Hace años este museo se hallaba en un edificio más adecuado al tipo de exposición permanente que presenta (carruajes y coches antiguos), pero desde mayo de 2015 reparte su colección entre dos edificios, uno situado en un lugar histórico, el antiguo picadeiro real, y otro de diseño moderno, el Novo Museu dos Coches, junto a los jardines de Belem. Entre ambos albergan una gran colección de carruajes y carrozas antiguas, y de hecho el museo está considerado el mejor del mundo de este tipo, pues contiene decenas de piezas que datan de entre los siglos XVII y XIX.Cierto es que todos los carruajes del museo son muy interesantes, no obstante hay unos cuantos que destacan por su antigüedad o por su papel en la vida política de su época. Entre ellos, las tres carrozas que pertenecieron al Papa Clemente XI, la carroza de la boda real de João V y María Ana de Austria o la de Felipe III, la más antigua del museo.
Os recomendamos verlo por todo lo anterior mencionado y porque es espectacular, básicamente. El horario del museo es de 10h a 18h de la tarde y la entrada es gratuita siempre que tengáis la Lisboa Card (si os dais cuenta es bastante rentable el uso de esta tarjeta),si no el precio por persona es de 10€ (incluye los 2 edificios en los que se encuentra la exposición).
Venga, que no todo va a ser visitar y ver, siempre es una buena oportunidad el pararse a comer un delicioso pasteis de Belem, así que a escasos metros tenéis la pastelería en la que estuvistéis ayer, ¿os apetece una paradita?
Aprovechando que tenemos el tranvía a dos pasos, vamos a coger el tan vía número 15E y nos bajaremos en la parada Estação Sto. Amaro (son unos 15 minutos, aproximadamente). Tras bajarnos, deberemos andar unos metros y encontraremos una callejuela por la que entraremos al famoso LX Factory. No sabemos si habéis escuchado hablar de este lugar,pero realmente merece la pena pasear y disfrutar de todo lo que ofrece; desde tiendas con objetos y recuerdos muy bonitos hasta restaurantes. El LX Factory es uno de los mejores ejemplos de esta tendencia: se trata de una especie de mercadillo emplazado sobre los restos de una antigua fábrica;aunque mantiene ese aire un poco hipster tan de moda últimamente, en nuestra opinión merece igualmente la pena visitarlo para conocer la cara menos turística de Lisboa; uno de esos lugares testigos de la metamorfosis que ha sufrido en los últimos años la capital lusa. El horario es de 9h a 22:30h de la noche, por lo que podéis dar un paseo, comer y descansar; e incluso podéis acercaros más tarde y ver la ciudad de noche, os lo dejamos a vuestra elección.
¿Visto el LX Factory? Es un sitio súper chulo y que, a veces, mucha gente lo pasa por alto, pero no por eso hay que dejar de perderse y encontrar estos espacios ¿no?. En nuestro viaje y plan, no teníamos qué hacer tras esta paradita, puesto que el barrio de Belem estaba visto; es por ello que decidimos ir a un museo tan típico y lleno de cultura portuguesa. Exactamente, nos referimos al Museo Nacional del Azulejo. El azulejo, como bien sabéis o para quiénes no sepáis, se ha usado sin interrupción desde finales del siglo XV pero, de una forma muy específica, en la arquitectura y en las diferentes manifestaciones artísticas. Es por ello, que son indicadores claros de la importancia de este patrimonio en Portugal. Y Lisboa no es una excepción, puesto que son muchos los lugares con revestimientos de azulejos que pueden ser visitados, y que reflejan tanto la historia de la producción del azulejo en Portugal como también la de la aplicación de ejemplares importados.
Por todo esto y más, creímos importante pasarnos por este museo, para ello cogimos el autobús número 742 (lo podéis coger justo donde os habéis bajado del tranvía) y os bajaríais en la parada R. Madre Deus y desde ahí, sería andar unos metros.
El museo en sí, como su nombre indicada, está dedicada al azulejo, no solo para decorar fachadas, si no en el arte de crear figuras, formas y, por supuesto, el uso para embellecer cualquier lugar. El horario del museo es de 10h a 13h y de 14h a 18h de martes a domingo. La entrada es gratuita con la Lisboa Card, pero si no la tenéis el precio es de unos 5€/persona.
Posiblemente estéis con ganas de finiquitar el día con una buena ducha y una cenita, ¿no? Nosotros os recomendamos, antes de hacer estas dos cositas, que visitéis el Mirador de Rua Augusta. Desde este maravilloso mirador podéis admirar Lisboa desde otra perspectiva y enamoraros, aún más si se puede, de estar preciosa ciudad. Nuestra pequeña recomendación es intentar ir cuando empiece a atardecer, porque las vistas serán aún más impresionantes. El horario es de 9h a 19h de la tarde y el precio para subir al mirador es de 3€/persona, pero con la Lisboa Card subiríais gratis.
Por cierto, ¿os contamos algo muy interesante? Este mirador es de los pocos que lleva incorporado un sistema de “semáforos”; sí, sí, lo que leéis. Por medio del uso de este semáforo, podréis saber si se puede o no subir a lo alto del mirador, esto es, si el semáforo está en verde esto indicará que no baja ni sube nadie y lo contrario con el semáforo en color rojo, ¿qué os parece esta idea? A mí, realmente, me parece de lo más útil y necesaria; de esta manera evitaremos encuentros incómodos en escaleras estrechas.
Bueno viajeros/as, el día ya comienza a terminarse, pero eso no significa que el único plan sea irse al hotel, ¡para nada! Para poder aprovechar al máximo os recomendamos unos planes, aunque van unidos uno al otro:
- Cenar en un restaurante típico de Lisboa: nuestra gran recomendación es un pequeño local que lo lleva una familia súper agradable y simpática. El sitio se llama: Restaurante Sunflower. Nosotros cenamos dos noches y sólo por el trato que nos dieron, merece la pena. No nos cobraron servicio de terraza y la atención fue de 10.
- Otra alternativa sería, tras una cena rica, tomarse algo. Ese “algo” sería una bebida alcohólica que se llama ginjinha. Ésta es un licor de maceración de guindas, fruta similar a la cereza. Se trata de una bebida muy popular en Portugal. Existen 2 sitios para tomarse una ginjinha en condiciones y a un precio relativamente asequible. Uno de ellos se llama A ginjinha y se encuentra cerca de la Plaza Rossio y lo identificaréis rápidamente por la aglomeración de gente que habrá. El otro lugar se encuentra a escasos metros de este otro y se llama Ginjinha Sem Rival (R. das Portas de Santo Antão 7).
- La siguiente opción sería dar una vuelta nocturna por Lisboa. Comprar un helado, siempre y cuando sea temporada, y si no, un pastel de Belem o algún otro dulce típico de este hermoso país.
No es por desanimar, pero ya llevamos casi la mitad del viaje hecho, ¿qué os está pareciendo Lisboa? Creo que no deja indiferente esta ciudad, sobre todo por su gente, astronomía… bueno, demasiados aspectos y muchas ganas de seguir conociéndola, ¿verdad?
Hoy visitaremos el último barrio de Lisboa: Alfama. Este barrio alberga la esencia de Lisboa, por ser el lugar más tradicional y turístico de esta ciudad. La recomendación del día para este barrio es perderse, subir y bajar calles o escaleras, callejear, etc. no sabéis la de espacios o secretos que os podéis encontrar.
Hoy visitaremos el último barrio de Lisboa: Alfama. Este barrio alberga la esencia de Lisboa, por ser el lugar más tradicional y turístico de esta ciudad. La recomendación del día para este barrio es perderse, subir y bajar calles o escaleras, callejear, etc. no sabéis la de espacios o secretos que os podéis encontrar.
Para llegar hasta Alfama tenemos varias opciones: transporte público o andando. En el primer caso, que fue lo que nosotros hicimos, podéis tomar el tranvía número 28 o el número 12. Ambos salen desde la Plaza Martim Moniz y deberíais bajaros en la parada de Miradouro Santa Luzia. Si por alguna otra razón preferís subir andando existe la alternativa de coger un ascensor gratuito que se halla en Rua dos Fanqueiros 172. Éste os dejará cerca de una plaza en la cual tenéis 2 alternativas más: la primera, subir andando las cuestas que presenta Alfama. La segunda, y la que casi todos/as hemos hecho, es seguir recto desde la plaza en la que estamos y veremos un supermercado; éste tiene un ascensor que nos sube hasta lo alto de Alfama, dejándonos casi al lado del Castillo de San Jorge.
Si optáis por tomar el tranvía y parar en el mirador de Santa Luzia, os encontraréis con una de las estampas y ubicación más fotografiada de todo Lisboa: Mirador de Santa Luzia. Desde aquí tendréis unas hermosas vistas y unas fotos que envidiarán vuestros amigos y familiares. Os aconsejamos ir a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde para no encontraros con tanta gente y poder hacer las fotos tranquilamente. Desde este punto nos dirigiremos hacía el siguiente lugar: Castillo de San Jorge. Éste alberga las ruinas de un castillo en la colina de San Jorge en Lisboa. La ocupación humana de la colina del castillo data de al menos el siglo VIII a.C., mientras que las primeras fortificaciones construidas datan del siglo I a.C. El castillo se yergue en posición dominante sobre la más alta colina del centro histórico, proporcionando a los visitantes una de las más bellas vistas sobre la ciudad y sobre el estuario del río Tajo, por lo que el gobierno portugués hace grandes esfuerzos en conservarlo. El recinto del castillo cuenta con aproximadamente 6000 m². La edificación consta de varias torres y garitas, un foso y dos patios grandes. El horario es de 10h a 21h de lunes a sábado, desde marzo a octubre. El precio es de 10€/persona y, para nuestra sorpresa, la Lisboa Card no puede usarse desde hace varios meses, así que os recomendamos que compréis las entradas online y os ahorraréis tiempo de espera.
Respecto a la visita al castillo queremos comentaros que lo único que tiene de bonito son las vistas que hay desde todo lo alto. Realmente creemos que es excesivo el precio de la entrada para lo que el espacio es, pero eso os lo dejamos a vuestra elección. No obstante, nosotros nos llevamos un “chasco” al pensar que iba a ser de otra manera.
Venga, no todo va ser mala crítica o mala opinión. En el barrio de Alfama, al igual que en el barrio de Belem, existe una pastelería de pastéis de Belem, por lo que no podéis iros sin probar uno. La pastelería, en concreto, se llama Pastelaria Santo Antonio (R. do Milagre de Santo António 10). Ha sido ganadora del concurso del 2019 al mejor pastel de nata y el precio de cada pastelito es de 1€, ¿quién se resistiría a probarlo?
Desde este delicioso punto iremos poco a poco callejeando hasta llegar a otro de los miradores más imponentes que tiene Alfama. Hablo del Mirador de Portas do Sol. Aquí podréis ver tanto la zona baja de Alfama como el Panteón Nacional. Así pues, tras unas fotitos con el paisaje que nos ofrece, nos pondremos en camino hacia la zona alta de este barrio. En este punto nos encontraremos con el Mirador de Graça, la Iglesia Parroquial da Graça y el Convento da Graça. Cualquiera de estos 3 puntos es visitable y gratuito, así que no está de más dar una vuelta y ver qué nos ofrece Lisboa desde ese punto.
Llegados a este punto, puede que tengáis hambre y nosotros os recomendamos cualquier restaurante de este maravillosos barrio, aunque si queréis ahorrar y no gastar mucho dinero, podéis comprar algo en algún supermercado o llevarlo ya comprado antes de ir/subir a Alfama.
Para nosotros es muy importante, casi siempre os lo recomendamos, el callejear e indagar y es en este caso dónde os vamos a aconsejar una actividad, aunque todo depende del tiempo que tengáis y lo que queráis ver o no. En el barrio de Alfama existe un mercado denominado Mercado de Santa Clara; éste no es un mercado de compra de alimentos, sino un espacio en el que pequeños artistas, entre otros/as vendedores/as venden joyería, artesanía, etc. Cabe mencionar que este mercado es comúnmente conocido como el Mercado de la ladrona, y os preguntaréis: “¿por qué se llama así?”; Este lugar es dónde se vendían, antiguamente, los objetos robados, pero tranquilos porque nadie va a echaros la mano al bolsillo ni nada por el estilo, ya que está bien vigilado. El pequeño “problema” de este mercado es que se realiza todos los martes y sábados en horario de 9h a 17-18h (dependiendo del tiempo y de la temporada que sea). Realmente podéis encontrar objetos variopintos, por lo que no está de más hacer una pequeña parada.
Una vez hayáis dado una vueltecilla al mercado y hayáis descansado un poco, a la vista os quedará un enorme edificio. Dicho edificio es el Panteón Nacional de Lisboa. Si os somos sinceros, en un principio no teníamos pensado entrar en él, pero tras leer ciertas opiniones y comentarios, creímos que la visita era obligatoria, sobre todo por las personas famosas que se hayan enterradas. El actual panteón era conocido antaño como Iglesia de Santa Engracia. Esta gran construcción barroca comenzó a construirse a finales del XVII y se terminó del todo… en 1966. De ahí que los portugueses comparen cómicamente cualquier proyecto extendido en el tiempo con las obras de Santa Engracia. Desde principios del siglo XX, este imponente edificio ejerce como panteón, siendo lugar de entierro para portugueses célebres como Amália Rodrigues, los presidentes de Portugal, o João de Deus. Además, alberga los cenotafios de otros lusos de prestigio como Vasco de Gama o Luis de Camôes. Lo más destacable de la arquitectura del panteón es su gran cúpula blanca, que sobresale majestuosa entre los tejados de Alfama y que puede contemplarse desde algunos de los miradores del barrio, como el Mirador de Santa Lucía. La entrada al panteón es gratuita usando la Lisboa Card, sino cuesta 4€, lo cual no me parece excesivo sabiendo todo lo alberga este edificio. Asimismo, el horario es de 10h a 18h (de abril a septiembre) y de 10h a 17h (de octubre a marzo).
Tras la visita al panteón, nos gustaría que os perdieseis por las calles de Alfama, pero intentando llegar hasta el siguiente punto. Éste es un espacio en el que se unen cultura y arte. Posiblemente si nadie nos lo hubiera dicho o de no haberlo mirado en Internet, creo que no hubiéramos conseguido encontrar el maravilloso mural dedicado al fado. Dicho graffiti o mural se halla en la siguiente dirección: Escadinhas de São Cristóvão 14. El lugar es bastante interesante y a la vez escondido; además, podéis haceros unas bonitas junto con el mural así como con sus alrededores, ya que es un espacio… no sé cómo explicarlo, solo que merece la pena y buscarlo. En nuestro viaje lo hallamos un tanto descuidado, pero esperamos que si vais, lo encontréis hermoso.
¿Qué os ha parecido el graffiti dedicado a la cultura de Portugal? ¿Y el Barrio de Alfama? Bueno, antes de que opinéis nos queda una última parada para terminar nuestro planning diario. Y dicha pausa será la Catedral de Lisboa. La catedral es una de las visitas obligadas en el barrio de Alfama. Se trata de uno de los pocos monumentos supervivientes a los sucesivos terremotos e incendios que han asolado la ciudad. Alberga un tesoro muy preciado: los restos de San Vicente, patrón de la ciudad, cuyo ataúd, según cuenta la leyenda, acompañaron dos cuervos en su traslado a la ciudad (de ahí la incorporación de los mismos al escudo de Lisboa). Tanto los horarios como los precios varían en base a la temporada y a lo que queráis visitar (en este caso la Lisboa Card no se puede utilizar). Así pues:
- Horario: (L a S)
- Catedral: 9 a 19h.
- Claustro: 10 a 18h.
- Tesoro: 10 a 19h.
- Precio:
- Claustro + tesoro: 4€.
- Tesoro: 2,50€.
- Claustro: 2,50€.
En los alrededores de la catedral encontraréis calles por las que perderos y alguna que otra pastelería en la que degustar dulces e incluso tomaros un café. Asimismo, os comunicamos que todo lo relevante al maravilloso y encantador barrio de Alfama queda visto y podéis seguir disfrutando de Lisboa.
Toda Lisboa vista y admirada en todas sus posibles perspectivas. Por nuestra parte poco queda añadir de esta ciudad que, a simple vista, nos ha deleitado con una cultura, gastronomía, gente, etc. inmejorable. Así pues, podríamos decir “hasta luego”, pero… ¡va a ser que no! Realmente nuestro itinerario por Lisboa no terminaría hoy, al menos en nuestro planning, más que nada por el mero hecho de que nosotros invertimos el último día que teníamos en pasear, en admirar todos los huecos, en degustar más dulces y volver al barrio de Alfama porque nos había encantado. Os recomendamos, si no tenéis planes y si os volvéis a vuestro país de origen a la tarde, que recorráis aquello que más os gustó o aquello que no pudisteis ver por alguna razón. No obstante, por nuestra parte queda todo dicho y escrito, pero cualquier duda que tengáis: ¡escribid! Y ante todo disfrutad del placer de viajar.
¡Por cierto! No os perdáis nuestro otros destinos desde Lisboa: Sintra, Cascais y Estoril, ¡no os dejarán indiferentes!
TIPS DE LISBOA:
- En caso de que voléis a Lisboa en época de pandemia o a posteriori, puede que en ciertos sitios os pidan el certificado de vacunación para entrar, por lo que llevadlo impreso o en el móvil.
- Tanto los autobuses como los tranvías no avisan de la parada, por lo que hay que estar atentos.
- Llevad tanto efectivo como tarjeta, solo por prevención.
- Los baños gratuitos brillan por su ausencia (en las estaciones de trenes y autobuses hay que pagar 0,50€/cent.), pero hay sitios en lo que lo son:
- Time Out Market.
- Al lado de la parada de Belem, hay un parque en el que existe un baño público.
- En Rua das Taipas (es una calle en bajada que está por encima de la Estación de Rossio).
¡Me encantan vuestras guías!
Son muy completas y detalladas: lugares, precios, horarios…
Casi no tengo que planificar nada para mi viaje a Portugal.
Espero con ganas vuestra próxima aventura 🙂
Gracias a vosotros nos hemos organizado mejor para visitar Lisboa en tres días ….eskerrik asko ?
Nos alegra muchísimo leer esto y que te haya servido de utilidad nuestro blog. Gracias a ti! ??